Consumir drogas, legales e ilegales antes o durante la jornada laboral es un peligro para la persona, para los compañeros de trabajo y terceros que en algunos de los casos tienen relación en la actividad que se desarrolla. El consumo puede provocar conflictos entre compañeros/as de trabajo, disminución del rendimiento laboral y la calidad del trabajo.
La confirmada asociación entre consumo y siniestralidad (OIT), justifica una intervención profesional en materia preventiva que minimice los riesgos laborales por accidentalidad.
Las intervenciones deben enmarcarse en el concepto de “empresas generadoras de salud”, y en la responsabilidad que éstas tienen en la Prevención de Riesgos Laborales, contemplando lo saludable no solo como ausencia de enfermedad, sino como calidad de vida, íntimamente ligada con la salud de las personas, que comprende tanto los aspectos físicos como psicológicos de las personas.
Desde hace varios años venimos asesorando a empresas para la elaboración y diseño de protocolos adaptados a la realidad de cada empresa y a la actividad que desarrolla.

 

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